Enseñanzas Transversales: Una verdad incómoda
Últimamante la culpa de todo lo que sucede en este país en materia educativa es de la Logse (ley de los años 90 a la que se la asfixió desde el principio). Aquélla "maldita Ley", como les gusta llamarla a los "neopedagogos" que vuelven a desempolvar los manuales de la pedagogía española oficial de los años 60 y 70, decía cosas como ésta, referidas al medio ambiente:
"La incorporación de la Educación Ambiental en el currículo escolar supone un reconocimiento desde el sistema Educativo del importante papel que juega el medio ambiente en la vida de las personas y en el desarrrollo de la sociedad, dado el fuerte componente actitudinal que su cuestionamiento conlleva, la reflexión sobre valores y creencias que suscita y la necesidad de tomar decisiones y de actuar, que su actual deterioro requiere.
Es también una respuesta positiva a la demanda que, en los últimos años y desde distintas instancias, se viene haciendo a la educación para contribuir a la mejora del entorno humano cuya degradación progresiva hace que vaya adquiriendo un carácter de urgente necesidad" (Educación Ambiental. Transversales. MEC 1.992)
Eran las llamadas enseñanzas transversales, a las que tanto se criticó, y que de haber tenido una implantación importante y relevante hubieran supuesto un avance en muchísimos de los déficits sociales que ahora tenemos. ¡Que hay problemas con la conducción de automóviles en España!: que se hagan leyes que permitan bajar la siniestralidad y que se trabaje en la escuela. ¡Pero si en el año 1990 se creó una transversal llamada Educación Vial!. ¿Qué se ha hecho en estos 18 años?: Combatir las enseñanzas transversales, apartarlas del curículo, no fijar horas para su desarrollo, no formas a especialistas.
"España tiene menos violencia de género", dice un titular de prensa; pero siguen muriendo decenas de mujeres por esta lacra social. Hace dieciocho años se decía en la Logse: "La eliminación del sexismo subyacente en la teoría y en la práctica educativa, significa, en definitiva, proporcionar igualdad de oportunidades y contribuir al desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria". Esto, es decir, la Educación para la Igualdad de Oportunidades de ambos sexos, junto a las orientaciones para la Educación para la Paz, la Educación del Consumidor, la Educación para la Salud y Educación Sexual, la Educación Moral y Cívica y la Educación Ambiental, formaban parte del gran Proyecto Renovador de la educación española después de la dictadura y de la transición. Pero claro, era "demasiado" para los neocon. Ni la iglesia católica (como se está demostrando ahora), ni el neoliberalismo disfrazado de democracia pura, ni los sectores conservadores de esta sociedad lo podían permitir. Lo lograron, y ahora han iniciado la nueva cruzada contra la LOE.
Volvamos a reivindicar que la inteligencia, el análisis y la reflexión vuelva a surgir en los docentes. Que seamos nosotros los que digamos qué, cómo, cuándo y dónde enseñar, y que podamos abrir nuevos campos del conocimiento a nuestros alumnos y alumnas. En un tema tan sensible y polémico como éste de la Educación Ambiental y el Cambio Climático proporcionemos a todas las personas la posibilidad de adquirir los conocimientos, el sentido de los valores, las actitudes, el interés activo y las aptitudes necesarias para proteger y mejorar el medio ambiente.
Una verdad incómoda.
Documental de Al Gore
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